Nuevos reportes de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) revelaron que la multinacional del aborto Planned Parenthood ha financiado a la ONG feminista peruana Promsex con más de medio millón de dólares en el último año.
El informe del organismo gubernamental peruano revela que entre Planned Parenthood Federation of America (PPFA) –acusada en Estados Unidos de traficar con órganos de bebés abortados en sus instalaciones– y su matriz, la International Planned Parenthood Federation (IPPF), han financiado a Promsex con más de 648.000 dólares (579.554 euros) en proyectos ejecutados durante 2015.
Uno de estos se extiende hasta 2016 “de cara al próximo proceso electoral” del 10 de abril, en el que serán elegidos el nuevo Presidente de Perú, así como nuevos congresistas y miembros del Parlamento Andino.
Promsex (Centro de Promoción de los Derechos Sexuales y Reproductivos) fue creado en 2005. Hasta 2015, de acuerdo a los informes oficiales de APCI, esta ONG había recibido más de 881 mil dólares de la estadounidense PPFA.
Entre los proyectos que ha financiado Planned Parenthood en Perú entre 2005 y 2015 a través de Promsex se encuentra “Ampliando el acceso al aborto legal”.
Planned Parenthood se encuentra en el centro de la tormenta en Estados Unidos desde mediados de 2015, cuando el Center for Medical Progress (CMP) comenzó a publicar una serie de videos denunciando el tráfico de órganos de bebés abortados en las instalaciones de la multinacional.
Tanto la Cámara de Senadores como los Diputados de Estados Unidos aprobaron a inicios de este año un proyecto de ley para cortar el financiamiento con dinero de impuestos a Planned Parenthood. Cada año, PPFA recibe más de 500 millones de dólares de dinero de los contribuyentes estadounidenses.
Esta propuesta legislativa fue vetada por el presidente estadounidense Barack Obama, que recibió financiamiento de Planned Parenthood durante su campaña de reelección en 2012 y recientemente calificó a Cecile Richards, presidenta de PPFA, como una “superheroína”.
Al menos diez estados norteamericanos han cortado el financiamiento público a Planned Parenthood, pero el dinero para organizaciones latinoamericanas como Promsex sigue fluyendo ininterrumpidamente.