“Ya yo no voy a hacer más esto, yo voy a cambiar mi vida completa. Vuelvo a la iglesia otra vez”, le dijo a su padre el puertorriqueño Ángel Colón, uno de los sobrevivientes de lamasacre de Orlando (Estados Unidos) en la que un militante del Estado Islámico acabó con la vida de medio centenar de personas en una discoteca gay.
Así lo aseguró el padre del joven, también llamado Ángel Colón, en declaraciones a la cadena Univisión en la que recordó que “él cantaba mucho en la iglesia antes y se había salido“. Y destacó que su hijo “ha notado que Dios lo ha librado y le ha dado otra oportunidad”. Toda la familia es cristiana.
La madrugada del domingo 12 de junio, Omar Mateen, de ascendencia afgana, ingresó con un rifle semiautomático Sig Sauer MCX al centro nocturno Pulse, en Orlando, Florida (Estados Unidos), y asesinó a 49 personas. Otras cincuenta resultaron heridas. En una llamada realizada al 911 mientras perpetraba el ataque, Mateen aseguró su fidelidad al Estado Islámico.
“Soy el siguiente, estoy muerto”
Ángel Colón, que sufrió seis heridas de bala, se encuentra hospitalizado actualmente en el Orlando Regional Medical Center. En declaraciones a la prensa, Ángel recordó que junto a sus amigos “la estábamos pasando bien” en la discoteca cuando, “poco después de las dos” de la mañana escucharon los disparos.
“Comenzamos a correr y, desafortunadamente, me dispararon tres veces en mi pierna, así que caí”, recordó. Al tratar de levantarse, la multitud que corría en todas las direcciones lo atropelló y quedó en el suelo nuevamente.
El terrorista, recordó Ángel, disparaba “a todos los que ya estaban muertos en el suelo, asegurándose de que estaban muertos”. Al ver que Mateen disparaba a una joven a su lado, pensó “soy el siguiente, estoy muerto”.
“Así que no sé cómo, pero, por la gloria de Dios, él dispara hacia mi cabeza, pero da en mi mano; luego me dispara otra vez y me da en el lado de la cadera”, asegura.
Luego el terrorista se enfrentó con la Policía, que finalmente lo abatió. Ángel fue rescatado por un agente, que lo llevó a rastras fuera del centro nocturno.
El padre de Ángel señala que el joven “se encuentra bastante bien, se ha recuperado día tras día. Están haciendo un tremendo trabajo aquí los médicos”.
Su hijo, asegura, “creía que ahí iba a terminar”, por lo que “rezó a Dios. Dijo ‘Señor no dejes que yo me vaya en estos momentos, así en esta condición’”.
“Dios hizo un milagro grande, yo sé que fueron las oraciones de muchos que siempre hacemos por nuestros hijos”, aseguró el padre de Ángel.