Presidente de El Salvador anunció que Constitución mantendrá protección a la vida desde concepción hasta su muerte natural
El Presidente Nayib Bukele escuchó el clamor del pueblo salvadoreño que es pro Vida y pro Familia. Dos importantes comunicados expresaron este clamor casi simultáneamente. El 12 de setiembre lo hizo la Conferencia Episcopal de El Salvador y al día siguiente asociaciones de la sociedad civil, en su mayoría católicas y evangélicas, protestaron por el borrador de reformas constitucionales presentado por su vicepresidente Félix Ulloa el pasado Agosto. A los pocos días Bukele desacreditó públicamente estas reformas en relación al aborto, eutanasia y matrimonio entre personas del mismo sexo. Actualmente el enlace de la página oficial del gobierno salvadoreño ya no muestra el documento. Evidentemente, no ha sido un asunto fácil ni que haya concluido. Quedan pendientes los temas de ideología de género y de acumulación de poder entre otros. Pero el movimiento provida salvadoreño se ha podido anotar un primer triunfo.
Nayib Bukele es un presidente joven con una presencia en redes sociales muy potente. Los medios lo llamaron “el presidente millenial” y él mismo siempre ha puesto énfasis en su carácter irreverente frente a todo lo tradicional. En la descripción de su cuenta twitter se burla de cualquier opositor presentándose a sí mismo como “el dictador más cool del mundo mundial”. Y ciertamente su desenfado ha polarizado al país entre quienes lo aman y quienes lo detestan, dejando a pocos indiferentes.
Y por esa misma razón, lo importante de este primer triunfo es que estas amenazas a la vida y a la familia ya no son asuntos tan cool en El Salvador,por lo menos entre los seguidores de Bukele. Quién conoce a Bukele sabe lo extremadamente difícil que es influir sobre sus decisiones.
Las palabras de Bukele en su cuenta de Facebook del viernes 17 de setiembre tienen una clara intención de despejar cualquier duda sobre la posición de su gobierno con respecto a la vida y la familia:
“He decidido, para que no quede ninguna duda, no proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida (desde el momento de la concepción), con el matrimonio (manteniendo únicamente el diseño original, un hombre y una mujer) o con la eutanasia”
Así lo tomaron todas las agencias de noticias que reprodujeron textualmente estas palabras bajo el titular de “El Salvador cierra las puertas al aborto, a la eutanasia y al matrimonio homosexual”. Y por supuesto completaron la información con declaraciones de representantes de ONGs feministas radicales o de derechos humanos con indudables vínculos extranjeros que lamentaron esta decisión presidencial. Esto último reafirmó aún más el triunfo provida.
Otro punto que quedó claro en la información reportada por las agencias de noticias internacionales es que indudablemente la decisión de Bukele respondió al rechazo de la Conferencia Episcopal de El Salvador y las organizaciones provida.
Los Obispos católicos fueron muy claros al afirmar en su comunicado que “Como cristianos, estamos absolutamente a favor de la vida, desde su concepción hasta su muerte natural… no se puede aceptar una reforma constitucional que ponga las condiciones para la legalización del aborto. Tampoco la reforma constitucional que, con un lenguaje equívoco, llamándole ‘muerte digna’, legalice la eutanasia. Nunca será legal el asesinato. Y agregaron “el fundamento de la familia es el matrimonio, cuya función primordial es la transmisión de la vida, gracias a la natural complementariedad entre el hombre y la mujer”.
Asimismo, 90 organizaciones provida le exigieron a Bukele ser coherente con sus promesas: “Señor presidente, usted ha expresado públicamente su postura a favor de la vida humana desde su concepción, misma que apoyó al poner en vigencia la Ley ´Nacer con Cariño´, en la que reconoce la importancia de la protección de la persona por nacer… Comprenderá nuestra extrañeza al leer las propuestas de Reforma Constitucional por el vicepresidente, señor Félix Ulloa… Por tanto, solicitamos que se rechace este anteproyecto de reformas constitucionales en vista que se contrapone en todo su contexto a la Constitución de la República, tratados internacionales, y demás leyes del país, ya que el mismo comprende una serie de atropellos a los derechos constitucionales de los menores, de los padres y de la familia misma, y no responde a la voluntad soberana de la mayoría del pueblo salvadoreño…”
Más de 26 mil personas firmaron una campaña lanzada a través de la plataforma internacional CitizenGO, que advertía de los peligros contra la vida y la familia en la reforma de una Constitución que actualmente en su artículo 1 reconoce: “como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”.
El cambio de rumbo del gobierno de El Salvador en boca de su locuaz presidente abre un horizonte de esperanza donde todo provida sabe que todavía queda un trecho por delante. Pero si la comparamos con las infames decisiones de la Suprema Corte de México en relación al aborto, sabemos que el efecto pro aborto de Biden no ha operado de la misma manera.
Julia Regina de Cardenal, presidente de Fundación Sí A la Vida y una de las promotoras de la petición ciudadana declaró: “Grande fue nuestra sorpresa cuando el Presidente Bukele publicó en Facebook un mensaje señalando que no propondrán cambios a la Constitución en todos los artículos que incluimos en nuestra petición (1, 3, 25,26, 32, 33, 57, 58 y 65). Eso nos da esperanza en que nuestra Constitución permanecerá intacta en proteger los derechos fundamentales a la Vida, la familia, la libertad religiosa”.
En la homilía de la Misa por el Bicentenario de la Independencia de El Salvador, el 18 de septiembre, el Arzobispo de San Salvador y presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor José Luis Escobar Alas, agradeció al presidente Bukele: “queremos aprovechar este momento para agradecer al señor presidente de la república por el compromiso que ha expresado de no reformar aquellos artículos de la Constitución Política relativos al respeto a la vida humana desde su concepción hasta la fase final de la existencia humana, de manera natural… (así como también) su compromiso de defender el respeto al matrimonio como vínculo establecido por Dios entre un hombre y una mujer”.
Oscar Castellanos, abogado y defensor de la causa pro vida en El Salvador, resumió todo este episodio de esta manera: “La respuesta que nos ha dado el señor Presidente nos da esperanza de que ha sido escuchado el clamor de la mayoría de salvadoreños, quienes apoyamos la vida, la familia, la libertad religiosa y educativa y demás valores conservadores que siempre nos han caracterizado. Estaremos atentos a que dicha promesa se cumpla y que esos derechos fundamentales no sean jamás trastocados por razones ideológicas”.