Por Carlos Polo
Gracias a la valiente intervención de un puñado de diputados, la Constitución y la soberanía del poder legislativo de estado mexicano de Quintana Roo se mantienen vigentes. Un pequeño grupo de feministas radicales coludido con diputados pro aborto pretendieron legislar un crimen. A pesar del chantaje de mantener secuestrado el edificio del congreso por 3 meses y el apoyo de la ONU y del gobierno de López Obrador, no pudieron concretar su exigencia de aprobar una ley de aborto que violaba la Constitución del estado.
Desde el 29 de noviembre del 2020, la autodenominada Red Feminista Quintanarooense – RFQ tomó por la fuerza las instalaciones del poder legislativo estatal con la complicidad del diputado estatal Gustavo Miranda, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Gobierno. Abusando de su cargo, no solo abrió las puertas a estas activistas violentas permitiéndoles que desalojen a diputados y personal administrativo, sino que además permitió que pinten lemas abortistas destruyendo la propiedad pública con protección policial. Y quizás lo más grave es que convirtió a la RFQ en interlocutor válido para firmar un oneroso acuerdo con él mismo y otros 6 diputados abortistas. Completando esta pseudo democrática imagen, dos funcionarios del Estado de Quintana Roo también firmaron en calidad de “testigos de honor”: el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y el Primer Visitador General de la Comisión de Derechos Humanos.
En ese “acuerdo de voluntades”, estos 7 diputados se comprometieron nada y más y nada menos a aprobar la iniciativa abortista de RFQ el 24 de Febrero y también otras 9 iniciativas en el transcurso del año así como a permitirles participar presencialmente en toda sesión parlamentaria. De no cumplir todas estas exigencias, amenazaron con no dejar las instalaciones del congreso.
Felizmente para la democracia y para la gran mayoría de la población, la RFQ, sus diputados aliados y sus “funcionarios de derechos humanos” no se salieron con la suya. Su pretensión era reformar el código penal para permitir el aborto pasando por encima de lo establecido en el artículo 13 de la Constitución estatal que claramente señala: “”El Estado de Quintana Roo reconoce, protege y garantía el derecho a la vida de todo ser humano, al sustentar expresamente que desde el momento de la concepción entra bajo la protección de la ley y se le reputa como sujeto de derechos para todos los efectos legales correspondientes, hasta su muerte”. En otras palabras, pretendían que una ley contravenga lo que expresamente está protegido por la Constitución, conforme lo establece la técnica legislativa y jurídica para la aprobación del dictamen correspondiente en comisiones. Y precisamente, ese fue el Talón de Aquiles.
Toda iniciativa legislativa pasa previamente por una sesión de Comisiones Unidas. Allí los presidentes de las comisiones debaten sobre lo que va a entrar a ser votado en el pleno, donde con una mayoría simple de los 25 diputados una iniciativa se convierte en ley. El 24 de febrero el dictamen de la iniciativa abortista no estuvo en soledad. En la sesión de Comisiones Unidas también hubo otra que proponía que toda legislación sobre el aborto requería un análisis constitucional y eventualmente cumplir con el procedimiento de una reforma constitucional. La diferencia en términos prácticos es muy grande porque una reforma constitucional requiere una mayoría calificada de las 3 cuartas partes de la cámara y los abortistas saben que no cuentan ni de cerca con tal cantidad de votos.
La jornada del 24 de febrero fue épica y larga. Grupos provida habían inundado las redes sociales desde el día anterior, siendo trending topic en twitter con #SíALaVidaQRoo #QRooProvida. También estuvieron presentes frente al congreso presentando más de 100 mil firmas en defensa de su Constitución.
El día comenzó con el debate de la iniciativa abortista en Comisiones Unidas y, tras una áspera discusión sobre la necesidad de hacerlo por una reforma constitucional, fue votada y rechazada. Quedaba entonces votar la iniciativa que dirigía a los abortistas hacia una reforma constitucional pero la Mesa Directiva dominada por diputados pro aborto se negó hacerlo. Por el contrario, la diputada Judith Rodriguez Villanueva con una serie de artimañas legales propuso que se vuelva a votar la iniciativa abortista. Ante tal prepotencia, los diputados Carlos Hernández Blanco, Reina Durán Ovando, Kira Iris San y Aurora Pool Cahuich decidieron en un acto de total valentía abandonar la sesión rompiendo el quorum hasta por 3 oportunidades durante el día. Dentro de la sesión también se opusieron a la violación de la Constitución los diputados Linda Cobos Castro, Roberto Erales Jimenez, José Luis Toledo Molina y Eduardo Martínez Arcila. Y muy entrada la noche, la jornada terminó con este testimonio valiente de estos diputados, todo un homenaje a la democracia y al estado de derecho.
Hoy reina la incertidumbre en el bando abortista puesto que lo único que queda debatir en la siguiente sesión de Comisiones Unidas es la iniciativa que propone incorporar el análisis constitucional antes de proponer una ley de aborto. La RFQ lamentó su derrota en una conferencia de prensa y un comunicado denunciando el incumplimiento del “acuerdo de voluntades” y las “artimañas” de los diputados que querían incluir la reforma del artículo 13 de la Constitución. Lo que sí es seguro es que los abortistas no querrán hacerlo pues establecerían un mal precedente para sus intereses. En el estado de Oaxaca con la misma prepotencia sí lograron pasar por encima de la Constitución y están organizando la misma táctica violenta en otros estados mexicanos. Cabe señalar que un intento similar ya fracasó en Michoacán donde la ONU ya estaba pronta a respaldar con un escrito.
Rodrigo Iván Cortés, Presidente del Frente Nacional por la Familia en México, resumió este penoso escenario en Quintana Roo como un triple secuestro. En primer lugar, un secuestro del lenguaje por parte de la ONU, Comisión Estatal de derechos y la RFQ para llamarle derecho a lo que es un crimen. En segundo lugar y lo que es más obvio, un secuestro de las instalaciones y las instancias del congreso. Y finalmente, un secuestro de la democracia misma y la soberanía del estado de Quintana Roo.
Afortunadamente, los perpetradores de este triple secuestro no tuvieron éxito. Sin embargo, Cortés hizo un llamado a seguir alzando la voz y denunciar esa trampa que quieren hacer los abortistas en todo México. “Esto no ha acabado. Se ganó el primer round pero la pelea sigue y por lo tanto, debemos estar muy activos en redes sociales y hacerse presentes en todo estado donde se atente contra la democracia y el derecho constitucional a la vida desde la concepción”, concluyó.