La ONG abortista Promsex –durante mucho tiempo financiada con cientos de miles de dólares de Planned Parenthood (sí, la abortista estadounidense que trafica con órganos y tejidos de bebés abortados)– denunció al congresista Julio Rosas ante la Comisión de Ética del Congreso por organizar el “evento «Ciencia y género» en el que se afirmaba, sin ningún sustento científico y usando el espacio congresal, que la homosexualidad podía ser curada”.
Sí, para Promsex, que nos muestra una vez más que el lobby gay y del aborto son una sola cosa y tienen los mismos patrones y financistas, la homosexualidad no se puede curar. Y si piensas lo contrario, por supuesto que te van a perseguir e intentar destruir. Y eso quieren hacer con el congresista con Rosas, uno de los más valientes defensores de la familia y la vida que tenemos en Perú.
Según la abogada Brenda Álvarez de Promsex, “lo que el parlamentario Rosas estaría promoviendo actos que son considerados como tortura, y es contrario a nuestra norma constitucional y a las normas internacionales de derechos humanos”.
Pero el congresista Rosas no se ha quedado con los brazos cruzados y se reafirmó en que la homosexualidad “puede cambiar y/o modificarse, no es una condición humana inherente como el color de piel o el sexo biológico”.
«Finalmente, de acuerdo a las investigaciones científicas a la fecha no se ha determinado que la orientación sexual sea una condición inherente al ser humano, como sí lo es el color de la piel o el sexo biológico». La misma American Psychological Association afirma que «No hay un consenso entre los científicos sobre las razones exactas por las que las personas desarrollan una orientación heterosexual, bisexual, gay o lesbiana. Por lo tanto, la orientación sexual no es una condición humana sino una atracción».
Así, claro y sin “rectificación”. Un valiente. Todo nuestro apoyo, congresista.