Carlos Polo es el actual director del Population Research Institute-Iberoamérica (PRI), y se encarga de crear herramientas para la defensa de la vida y la familia. Hoy nos contesta 3 preguntas claves en la actualidad de la Iglesia, pues bien se sabe que el Cardenal Juan Luis Cipriani ha sido condecorado por el Congreso y que dicho acto ha generado diversas respuestas.
Algunos han criticado el reconocimiento que el Congreso ha dado a monseñor Juan Luis Cipriani por su servicio al país aludiendo que no le compete a un Estado Laico condecorar a un miembro de la Iglesia Católica. ¿Qué opina?
Existe un establishment de izquierda que opina según le conviene. Cuando el congreso premia a alguien que es de su grado, dicen que el congreso responde al sentir popular. Y cuando reconoce a alguien que no es del agrado de estos izquierdistas, dicen que el congreso está de espaldas al Perú. Esta izquierda que hoy protesta contra la premiación del Cardenal Cipriani, en otro momento celebró cuando el congreso otorgó la misma distinción a otro miembro de la de la jerarquía de la Iglesia que le lleva el amén a su agenda.
Ese argumento del “Estado Laico” de la izquierda atea ya no se lo cree nadie. No tiene nada que ver con el reconocimiento que el Estado y la Iglesia tienen sus ámbitos propios. Estado Laico no quiere decir que el estado peruano debe ser ateo y anticristiano. Por el contrario, la Iglesia Católica ha tenido una muy productiva colaboración con el estado desde el inicio de la república como lo reconoce la misma Constitución. No debemos permitir que estos grupos de izquierda releguen a los católicos ni a ninguna otra persona a ser considerados ciudadanos de segunda clase.
La congresista Indira Huilca ha dicho que Cipriani es un “personaje en contra de los derechos de la mujer”. ¿Qué esconde este discurso?
Yo pregunto más bien: ¿Qué autoridad moral tienen estos políticos para negar esta merecida premiación al Cardenal Cipriani cuando por otro lado defienden las nuevas formas de grupos extremistas?
La congresista Indira Huillca protestó en su cuenta Twitter por la premiación del Congreso al Cardenal y recibió una elocuente respuesta de indignación del pueblo peruano.
La gran mayoría del pueblo peruano sabe muy bien que el cardenal Juan Luis Cipriani ha hecho los méritos suficientes para ser condecorado. ¡Quién no reconoce su valiente defensa de la población ayacuchana y su liderazgo espiritual en la época más terrible del terrorismo! Y la lista podría ser muy extensa pasando por su mediación en la toma de rehenes en la embajada de Japón, la destacada labor social en la zona de Manchay, o el liderazgo ejercido para defender la vida, el matrimonio y la familia. Me imagino que cada vez que se realiza la Marcha Por la Vida, que es la manifestación pública más grande de la historia del Perú, estos personajes que no quieren al Cardenal deben terminar consumidos por la envidia y el odio.
¿Cuáles son los desafíos de la Iglesia en este tiempo dónde los valores de la vida y la familia son constantemente atacados?
El gran desafío para cada uno de los miembros de la Iglesia Católica es ser fiel a la enseñanza de Jesús y al magisterio de la Iglesia, y al mismo tiempo, no dejarse llevar por los lobbies de turno ni las ideologías de moda.
Veo con mucha pena que hay algunos sectores que creen que el mensaje central de la Iglesia es proteger la Amazonía y correr al son de una perorata ecologista dominada por sectores muy lejanos al espíritu cristiano. Y aunque no dudo que es importante proteger el medio ambiente por ser la creación de Dios, las dificultades de las personas concretas para encontrar a Jesús no están solo en la selva amazónica.
Como dice el Papa Francisco, no hay ecología integral ni ayuda a los hermanos más pobres, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral. Para un auténtico cristiano, la pauta del Evangelio es muy clara: “Buscad el Reino de Dios primero y lo demás se les dará por añadidura”. Con Cristo como prioridad, todo ámbito se vuelve verdaderamente humano, amazonía incluida. Sin Cristo, hasta las mejores intenciones se vuelven práctica ONGera. Así lo ha reiterado el Papa Francisco.