Tito Meeus y Otto De Greve tienen siete años y han sido objeto de una suerte de “experimento social”, que ha consistido en simular un enlace civil entre ambos menores en el espacio dedicado a las bodas en el Ayuntamiento de Gante (Bégica).
La pantomima se repite cada año con la participación de profesores, alumnos y padres del colegio Freinetschool de Boomgaardsuele. Sin embargo, este año han ido más allá, al proponer a los niños celebrar un conato de ‘boda gay’ entre dos menores varones.
A esta parodia se ha sumado hasta una funcionaria del Consistorio
belga y un nutrido grupo de medios de comunicación, que han difundido el momento en que Tito y Otto se han intercambiado unas pulseras “de la amistad”.
Se conoce que los organizadores son tan conscientes del efecto que esta parafernalia puede produciren la psicología de los menores, que se han visto en la obligación de dulcificar la ‘boda gay’ rebajándolo a una promesa de amistad.
Pese a que esta iniciativa juega con la inocencia de los niños, sorprende que sean los propios padres los que promuevan la iniciativa. Para la madre de uno de los niños, Otto, se trata de “una experiencia divertida” que los niños “recordarán cuando sean mayores y decidan casarse, ya sea con un hombre o una mujer”, según ha señalado al diario Het Nieuwsblad.
Por su parte, la profesora de los niños, Lies Van Maldergem, ha asegurado que el simulacro de unión legal entre dos menores del mismo sexo “no tiene nada que ver con la homosexualidad” (sic). Sin embargo, según recoge Het Nieuwsblad la escuela reconoce la intención de adoctrinar para que “los más pequeños aprendan los usos sociales y la construcción de la sociedad”.
Publicado originalmente en Actuall.