Una vez más se nos niega el derecho a educar a nuestros hijos en libertad y según nuestras propias convicciones.
La Universidad de Cádiz ha suspendido la conferencia programada “Otros hablan con tus hijos, ¿hablas tú también con ellos?” al negar, bajo presión de los grupos que dicen apoyar a los homosexuales, la cesión de su salón de actos.
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Pidamos al Rector de la Universidad de Cádiz D. Eduardo González Mazo y al Director de la Escuela Superior de Ingeniería D. Juan José Domínguez que, por favor, no veten las conferencias del Dr. Jokin de Irala.
El Catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública Jokin de Irala, doctor por las Universidades de Navarra y Massachusetts, no pudo impartir el pasado 10 de febrero dicha conferencia pese a que el salón de actos de la Escuela Superior de Ingeniería fue reservado con un mes de antelación.
La conferencia trataba sobre orientación familiar y educación sexual y afectiva de los jóvenes y estaba dirigida a padres y profesores de los colegios Grazalema y Guadalete del Puerto de Santa María.
Pero un día antes del evento, la Universidad de Cádiz comunicó a los colegios que por “circunstancias sobrevenidas” se cancelaba la cesión del local.
La triste realidad es que la Universidad de Cádiz se ha rendido a la presión de personas que dicen defender los derechos de los homosexuales y que quieren controlar cómo debemos educar a nuestros hijos.
La Universidad de Cádiz, tradicionalmente abierta a todo tipo de actos y debates, constante promotora de corrientes de libre pensamiento, ha olvidado en este caso el valor más básico que debe sostener cualquier centro universitario de enseñanza pública: la libertad de cátedra. Tampoco le ha importado otro derecho fundamental, la libertad de expresión.
Es difícil callar cuando instituciones como la Universidad de Cádiz se someten sin rechistar a la imposición de los grupos que apoyan a los homosexuales, mientras dejan sin un espacio público a todos los demás que no piensan como ellos.
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¿Quiénes son ellos para decidir qué conferencias podemos o no escuchar los ciudadanos?
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¿Por qué los padres y profesores de estos colegios no pueden enriquecerse aprendiendo de un respetado científico como Jokin de Irala?
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¿Por qué se les niega el salón de actos de una universidad pública?
La batalla por la libertad para elegir la educación de nuestros hijos es una prioridad.
Trabajemos unidos para conseguirla.
¡Muchas gracias!
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